lunes, 22 de agosto de 2011

La escultura

La escultura del siglo XX

Generalidades.

Las tendencias que en la pintura ha habido durante esta centuria, son las mismas que en parte han seguido los

escultores. Al principio del siglo hubo una reacción contra el impresionismo. Dándole una importancia a la

armonía de los volúmenes, cuidan de la proporción y de la simetría y desarrollan formas constructivas estables

y equilibradas. Algunos artistas tienen tendencia a la simplicidad de las líneas y de la estilización geométrica.

• Antonio Bourdelle (1861−1929).

Tomó el camino del impresionismo expresionista, dando suma importancia a la fuerza que hubiera tenido la

escultura del romántico. El Hércules arquero, en bronce tiene cierto afectismo. En la imagen de Safo hay un

sobresaliente constructivismo por el perfecto equilibrio de las masas y la tradición arcaica griega.

• Arístides Maillol (1861−1944)

Tuvo tendencias clasicistas aunque su temperamento se inclinó hacia los simbolistas y después hacia los

Nabis. Defiende las formas opulentas y con gran fuerza desarrolla los desnudos femeninos como La isla de

Francia, maravillosa alegoría femenina. En la Venus del collar hay originalidad y sensualismo y en El

Mediterráneo hay serenidad y gracia.

• José Clará (1878−1960).

Es el principal artista del llamado Estilo Mediterráneo. En sus primeras esculturas se siente modernista, por lo

que sus obras tienden a lo estilizado. Posteriormente se inclina hacia el naturalismo y el realismo y en sus

esculturas querrá imprimir verdadero sentimiento humano.

• Constantino Brancusi (1876−1957).

Este considerado como el primer gran escultor contemporáneo, se inspiro en la naturaleza, pero estuvo en

contra de las formas puras y abstractas. En El Beso la línea recta, la masa rectangular y las superficies curvas

se combinan armoniosamente. En El pájaro conviven la articulación de una forma rectilínea de ritmos

ascendentes. El espíritu de Buda lo concibe en un geometrismo tal que la helicoide, las curvas y las quebradas

forman un conjunto escultórico de gran intensidad y simplicidad de líneas.

• Henri Laurens (1885−1954).

Es uno de los más grandes artistas del cubismo y la pintura de Braque y las de Picasso dejaron una honda

huella en su personalidad. La mujer de mantilla es una de sus primeras creaciones con dureza de ritmos,

inclinaciones geométricas e intensidad sensual; su cubismo es a veces barroco como La cabeza en piedra

policromada de Meudon. Abandono el geometrismo y se inclina hacia los volúmenes inclinados, como son El

otoño o La tierra y el mar. En estas obras las curvas invaden a la superficie habiendo verdaderos juegos de

masas.

• Ossip Zadkine (1860−1967).

Se alineo en la tendencia cubista, así en La mujer del abanico, expresó la génesis del cubismo internacional,

pero de un espíritu barroco y a la vez clásico. Será a la vez un artista creador de grupos como en sus obras

maestras Ménades y Homo Sapiens.

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